Lunes, día 8 de mayo de 2023



 Iniciamos nuestra oración de hoy con una sonrisa, deseándonos una feliz semana. Nos ponemos cómodos, intentamos relajarnos para sentir más cerca a Jesús, cerramos los ojos, respiramos tranquilos... Comenzamos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

El leñador

Una vez había un pobre leñador que volvía a casa después de una dura jornada de trabajo. Al cruzar un puente que atravesaba un río le cayó el hacha al agua.

El hombre se lamentó tristemente:

—¡Oh! ¿Y ahora, como me lo haré, yo, para ganarme el pan sin hacha?

Pero todo de una, de entre las aguas —¡Oh! Sorpresa!— surgió una bella ninfa y le dijo:

—Espera, buen hombre, que te volveré el hacha.

La ninfa se hundió en el río y en el jefe de nada apareció con una hacha de oro macizo en las manos.

—¿Qué quizás es esta, tu hacha? —preguntó la ninfa.

—No, no es esta. Mi hacha no es dorada —contestó el leñador.

Así la ninfa se volvió a hundir por segunda vez y apareció poco después con una hacha de plata.

—¿Y esta? ¿Es tu hacha? —volvió a preguntar la ninfa.

—No, esta tampoco es la mía. La mía no era ni de oro ni de plata —respondió el entristecido leñador.

Y por tercera vez la ninfa se sumergió a las aguas del río. Al salir llevaba en las manos una hacha de acero.

—¡Oh! ¡Gracias! ¡Muchas gracias! ¡Esta sí que es mi hacha!

—Aquí la tienes. Aun así, como que eres tan honrado, te regalo las otras dos, buen leñador. Has preferido la honradez a la mentira y te mereces este premio.


Oramos todos juntos:

Gracias, buen Dios, por todas las personas del mundo que dicen la verdad y no engañan.

Gracias por las personas que son sinceras y que quieren ser transparentes mostrando las cosas tal como son.

Que nosotros también podamos ser de este modo, diciendo y haciendo las cosas de todo corazón, sin miedo ni malicia. 

Amén.