Viernes, 3 de mayo

 

Jesucristo nos advierte de las dificultades por el hecho de seguirle. 

Él nos pide un amor de caridad, es decir, el mismo amor con el que Dios nos ama: 

respeto total hacia todas las personas, sean de donde sean, 

sin excluir a nadie. 

Ante las exigencias de este “nuevo amor”, 

Jesús sufrió la oposición de muchos que no lo comprendieron.

 

Debemos amar sin excluir a nadie, 

 

especialmente a quienes no nos comprenden.