Vamos a juntar las manos, cerramos los ojos, inclinamos la cabeza ligeramente hacia delante y vamos a respirar profundamente.
Lo hacemos en silencio y siendo plenamente conscientes de este momento de oración.
Queremos encontrarnos con Dios a través de María.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
REFLEXIÓN
La humildad fue la virtud que caracterizó la vida del P. Tous. Es la virtud que impregnó todo su ser y hacer. Sin esta virtud, las otras virtudes no tienen explicación. Nunca quiso ser más que los otros, hacía las cosas sin pedir nada a cambio, las hacía solo por amor.
Desde el silencio y la oración, ofrecía todo a Dios: éxitos, fracasos, lluites, aciertos, errores..
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada