Respiro hondo: 1…2…y 3 veces.
Ahora me imagino que estoy en la época de Jesús.
Me imagino a un grupo de gente sentada a la sombra de unos árboles y veo a Jesús en medio de toda esa gente,
como si estuviera dando una clase.
Me acerco a ver qué me dice.
“EN EL NOMBRE DEL PADRE…”.
REFLEXIÓN
Esta semana, antes del domingo de ramos, ¿por qué no te esfuerzas para que todos los que están a tu alrededor sean más felices? Preocúpate por ellos. Fíjate en lo que les gusta, en lo necesitan; una sonrisa, una palabra amable, un buen consejo…
Rezamos juntos:
Te pido Jesús que estés en mi boca,
para ayudarme a decir siempre la verdad.
Te pido Jesús que estés en mis oídos para ayudarme a escuchar siempre lo bueno.
Te pido Jesús que estés en mis ojos para ayudarme a ver siempre el mundo bonito que has hecho.
Te pido Jesús que estés en mis manos para ayudarme a hacer siempre lo correcto.
Te pido Jesús que estés en mis pies para ayudarme a caminar siempre tus caminos.
Te pido Jesús que estés en mi corazón para ayudarme siempre a ser tu hijo.