Nos hacemos conscientes del momento que vamos a vivir, aquí y ahora.
Te invito a que cierres los ojos, respires profundamente, sientas como late tu corazón.
Este rato es para ti. Este espacio es para que lo compartas con Jesús y María.
Les saludamos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Quiero estar preparado cuando llegue Jesús
Señor, muchas veces me han dicho:
"Cuidado, no caigas"
"Cuidado con los amigos" "Cuidado con los coches"
"Cuidado, tienes que portarte bien" Pero, muy pocas veces me han dicho que esté alerta,
que me puedo encontrar contigo y verte...
Rezamos juntos:
Tú estás:
en la sonrisa de un compañero,
con la castañera de la calle,
con los profesores de la escuela,
en la naturaleza,
con los compañeros de clase,
con aquel que ayuda a un amigo,
No estoy preparado, Señor, para encontrarte.
Se que te gusta dar sorpresas
saliendo a encontrarnos en la vida de cada día.
Señor, enséñame a encontrarte.