Iniciamos nuestra oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1. Palabra de Dios.
Ahora vemos el vídeo del Evangelio de Mateo:
Dejamos un momento de silencio.
2. Reflexionamos:
Dios nos invita a que en medio de las dificultades nos mantengamos alegres y podamos compartir también nuestra alegría, que no privemos a otros de ello. Y por eso nos preguntamos:
• Qué cosas o personas nos hacen felices?
• A quién hago feliz o a quien hago sonreír?
3. Oración (rezamos todos juntos):
Querido amigo Jesús,
Tú pasaste por el mundo haciendo el bien entre todos,
y nos enseñaste a compartir con todos.
Lo que somos, lo que tenemos, lo que soñamos,
lo que esperamos, lo que nos duele y lo que nos alegra.
Abre nuestros corazones para que siempre
tendamos la mano al que sufre.
Ayúdanos a ver en cada persona tu rostro que nos llama
y nos pide vivir con generosidad,
amor y entrega a los demás. Amén.