Iniciamos nuestra reflexión/oración, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el Evangelio de hoy, vemos cómo Jesús descubre cuál es su misión, cuál es su llamada en este mundo; y que eso le hace ser feliz porque se hace el servidor de todos.
1. Palabra de Dios
“El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos” (Mt. 20,28)
- ¿Cuál es nuestra llamada?
- ¿Cuándo hago algo para otro descubro que estoy prestando un servicio?
2. Reflexionamos:
Jesús, que es llamado también el Hijo del Hombre, ve cuál es su llamada particular, la de servir. Podríamos pensar por un momento:
3. Oramos:
Jesús, tú me enseñas que para seguir tus pasos
hay que servir a los demás.
Ayúdame a ser servicial, a preocuparme por los demás,
a vivir pensando en ellos.
Enséñame a ayudar, a ser generoso y abierto,
a estar siempre dispuesto para dar una mano.
Quiero dar muchos frutos de buenas acciones.
Quiero ser solidario y amar a los demás con gestos,
hechos y actitudes, no solo con palabras.
Ayuda a que mi semilla pueda dar muchos frutos
de cosas buenas. Amén
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