TODOS SOMOS NECESARIOS, ÚNICOS E IRREPETIBLES
Para Dios todos no somos uno más en la lista de espera. Para Dios tenemos nombre y apellidos, tenemos una historia, tenemos sueños, deseos y anhelos. Para Dios somos importantes., lo que pensamos o hacemos es valioso y para Él nada pasa desapercibido.
¡Qué distinta es nuestra percepción de las personas que nos rodean! Nos interesan aquellos de quienes podemos sacar una ventaja, o nos acercamos a aquellos de quienes nos podemos beneficiar. Pero somos indiferentes a aquellos que nada pueden ofrecernos.
¡TODOS SOMOS IMPORTANTES!
¿Cómo actúo yo?... Pienso en mis compañeros y me digo: todos son importantes, a todos debo acoger, a ninguno debo despreciar.
Rezamos juntos la siguiente oración: